A veces, aún teniendo una práctica de yoga, asistiendo a alguna terapia, no es suficiente para ir más
profundo y dar saltos grandes en nuestros procesos internos. Salir de retiro nos permite desconectarnos de
las rutinas y la cotidianeidad, del ritmo intenso de la vida, para entonces ver y sentir lo que hay
realmente, en el cuerpo y en el corazón. Bajamos el ritmo… convivimos, nos nutrimos, descansamos y
trabajamos profundo en los temas que más necesitamos.
Es un maravilloso pretexto para dedicarte a ti….